Pablo Neruda: La palabra

"…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen…" de Pablo Neruda: LA PALABRA

22 dic 2013

EN LA VILLA DE LOS VILLANOS

                                                                                   
   -He revisado minuciosamente la historia de los comics o de las tiras cómicas, o de los dibujitos, o las revistas de chistes o como los quieran llamar, y siempre estamos frente a una historia -o a varias de ellas-, en donde entran en pugna más o menos de manera parecida, los malos y los buenos. Los buenos son y serán siempre los buenos, y toda tira cómica que se precie de tal, tendrá su o sus buenos villanos. Buenos en el sentido de villanos como Dios manda, con todos los atributos necesarios para concretar diversas maldades, como por ejemplo birlarle la novia al bueno; o quitarle todo el dinero a algunos o a muchos; robar bancos, asaltar diligencias, amordazar y encerrar en tenebrosos lugares a los buenos, desarrollar altas tecnologías para poder  manejar unos pocos el poder de los muchos y, -para beneficio personal- con diferentes y originales artilugios parecidos a los antes mencionados, convertirse en los amos del mundo.
  “ Amo convertirme en el amo del mundo, -dicen carcajadeándose con esa risa que los iguala-, pero amar, no amo a nadie más que a mí y al poder que de mí emana”.
La cosa tal como está planteada en el libreto, es que todas y cada una de las historias tiene un desarrollo tal, que le deja al villano de turno armar y desarmar todas las felonías de las que es capaz, y para cuando uno cree que se sale con la suya, el guionista “le encuentra la vuelta”  y logra que los buenos –con la ayuda del buenazo o buenaza- desbaraten todos sus maléficos planes.
Sólo con fines didácticos sugiero que vayamos al significado de la palabra (villano) de acuerdo a lo hallado en google:                                                                                                                                                   villano, -na adj./s. m. y f.
1  culto Vil.
 adj.
2   Se aplica a la persona o acción que demuestra falta de educación o de cultura: no puedes ir a un restaurante de lujo con esos modales villanos. tosco.
 adj./s. m. y f.
3   Se aplica a la persona que, en la Edad Media, habitaba en una villa perteneciente al estado llano (campesinos, comerciantes y artesanos, fundamentalmente): los villanos se distinguían de los nobles e hidalgos.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.

villano, -na 
adj.-s. Vecino del estado llano en una villa o aldea, a distinción del noble o hidalgo.
adj. fig.Rústico o descortés.
fig.Ruin, indigno.
Díc. de la clase social campesina medieval que cultivaba pequeñas parcelas de tierra cedidas por un señor, a cambio de determinadas rentas y servicios personales.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

villano, -na (bi'ʎano, -na) 
abreviación
1. infame que actúa o es capaz de actuar de manera cruel y despreciable Es un hombre villano y desalmado.
2. rústico que demuestra falta de educación El joven tiene modales villanos.

villano, -na 
sustantivo
 masculino-femenino
1. malvado malo persona que actúa o es capaz de actuar de manera cruel y despreciable Es el villano de la telenovela.
2. habitante de una población que antiguamente poseía ciertos privilegios Los villanos se levantaron en armas.
Copyright © 2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos
villano, villana
adjetivo y sustantivo
1 aldeano, lugareño, rústico, basto, grosero, descortés*.
Aldeano y lugareño se utilizan en la lengua medieval y clásica. Todos los demás, por extensión.
2 bajo, ruin, vergonzoso, indigno, infame, infiel, desleal, traidor, doloso.
Se aplican a las personas o a sus acciones, comportamientos, etc.
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.
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Que los que dominan, y se autodenominan amos, y vivan por encima –en todos los aspectos- de los que moran en los valles, sean los buenos, y los demás los villanos, parecería a primera vista sólo una distribución (discriminación) geopolítica. Si vives en una villa eres un villano. Perfecto. Hasta gramaticalmente impecable. Nadie se podría quejar de tal denominación.
 Luego aparece, como salido de la nada, una segunda acepción, que asocia al villano con lo ruin, lo basto, lo grosero, lo malvado etc…. ¿Quién creería que esa sinonimia fue creada por casualidad? Si vives en una villa, donde no mora el señor, eres un ser sin modales, sin alcurnia, sin tierra (sólo la que te cedieron). Sin educación formal, sin segundo idioma, y ahora para colmo de males eres un villano villano. Es decir un villano malo. Doblemente villano. Todo lo que digas o hagas será usado en tu contra a partir de ahora.
¿Por cuál arte de magia los que viven arriba, llenos de lujo y de vida disipada, sin apremios económicos, dueños de las tierras, de las letras y de las religiones, del manejo del diccionario y de las lenguas, son los buenos, y el resto –el pueblo todo- son los villanos, de ahora en más los malos? ¿Y porqué se sigue usando esa doble, artera, discriminatoria y falsa sinonimia? Vaya uno a saber.
Porque cuando alguien dice que alguna persona es un villano, a nadie se le ocurre que lo dicen porque vive en una villa. O que reside en las tierras bajas. No señor. La segunda acepción ha desaparecido. Se ha mudado, y no se sabe adónde.
Ahora, curiosamente – y no tanto- sólo queda para los que abusan de su poder, y que con él manejan sus intereses personales apropiándose de los intereses de los más, –que son los que tienen menos- la chance de vivir en el llano, a la vera de la mar, y desde el llano comandar a los que ahora moran en las alturas, pero no dominan nada más que una mejor vista dirigida hacia las hermosas propiedades de los verdaderos nuevos villanos. Como ejemplo se pueden citar las “favelas brasileñas”, tan tristemente famosas.
Caben otras alternativas de distribución, no hay que hacerse falsas expectativas. Por ejemplo cuando las mejores tierras bajas que bordean el mar, y las más altas que rodean las ciudades, son las que habitan los que pueden acceder a ellas, por su elevado costo, y el resto, de relativo bajo costo, las ocupan los demás, se plantea un nuevo escenario.
Entonces, ahora…,¿quiénes son los villanos y quienes los buenos? Si los que detentan el poder y  manejan el dinero, y todo lo demás, viven en el valle y también en las alturas, son a la vez villanos y buenos, la cosa se complica.
A los demás se les complica. A ellos no. Ellos lograron ser buenos, pero villanos, aunque predomine la idea de que son lo primero.
¡Felicitaciones! Han conseguido manejar la distribución de las mejores tierras a su antojo; la posesión del dinero (bancos etc.), y de las letras (radio, televisión, telefonía, etc.), y de los credos (filling the blank ), y además disfrutar de la imagen del bueno, siendo unos verdaderos villanos, vivan donde vivan. Realmente hábiles. 
El excelente humorista “Quino” representa en un tablero de ajedrez,  -lo que trato de explicar- a las únicas tres piezas negras que quedan jugando la partida, vestidas de negro, arrinconadas en las pocas casillas que quedan, y el resto del tablero repleto de mecánicos, oficinistas, panaderos, maestros y maestras, mujeres y niños, en fin, gente común, gente de pueblo, representando a las blancas. La leyenda “terrible” debajo del dibujo sentencia: “juegan las negras, y dan Jaque Mate cuando se les da la gana”.

Eso es lo que sucede en la vida real, no en los comics. En los dibujitos se plantea otro final. En la ficción se hace realidad el deseo de su revés; de su decepción; de su caída; de su fallo; de su descalabro; de su malogro; de su naufragio; de su hundimiento; de su aborto; de su bancarrota; de su derrota; de su fiasco; de su frustración. Y en ésta villa en que moran los villanos, en ésta misma en la que todos vivimos, ellos fracasarán. Los meterán entre rejas. Los demandarán públicamente; develarán todas sus fraudulentas maniobras; descubrirán todas las atrocidades sexuales de las que son capaces, y más. La falta de ética y de moral social quedarán -por fin- a la vista de todos. Un “escrache” con todas las de la ley.

Yo quiero vivir como en el mundo de los dibujitos, alguna vez en mi corta existencia. VOTO  por ello, no sé si me explico.

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