*La foto es de Japy, de Sonymage. Ganadora del mes de julio, lleva por título Riverdel (ver El señor de los anillos).
LA CREACIÓN
Primero
eran la nada y el todo. Sólo la luz y la oscuridad, todo mezclado. La
tierra inundada, los ríos y los mares secos. Nada tenìa personalidad.
Los pájaros no sabían aún volar, y los peces ni sabían, ni tenían por
donde nadar. No estaban ni el hombre ni la mujer, y la luna se
encontraba tan lejos, que nada iluminaba todo.
Los dioses, aún
confundidos, todavía dudaban si eran dioses de la naturaleza o del bien o
del mal, porque la naturaleza estaba enmarañada, y nada dejaba ver qué
era malo ni qué era bueno.
De pronto, el sol vino desde muy lejos, y
golpeó a la luna que se dejó ver de cerca- mostrando su cara- mientras
el sol siguió su viaje a las estrellas hasta que se detuvo sólo para
alumbrar, y poder observar bien qué había pasado. Le gustó lo que dejaba
atrás, y se quedó allí a vivir para siempre.
Entonces se crearon el
día y la noche, las tierras se secaron, y los ríos y los mares se
llenaron, y las semillas germinaron, y los pájaros volaron y los peces
nadaron.
Como había agua que tomar, qué cazar y qué pescar, los dioses pusieron al hombre y a la mujer, y separaron al bien del mal.
Y
cuenta la leyenda, que un río muy cristalino , impetuoso y joven, no
sabía por donde seguir, y las tierras se empezaban a llenar de agua y
los animales y los hombres corrían asustados. Los dioses al ver lo que
sucedía, levantaron la mano , y la dejaron caer con la fuerza de una
gran piedra filosa, e hicieron un tajo tan profundo en la punta del río,
que éste saltó tan rápido de las altas tierras - tal una hermosa
cabellera - que se dejó caer en las tierras bajas, y así nació la
primera catarata.
Lo asombroso es que después de millones de años
sabiendo la única verdad, a los seres humanos de hoy se les ha ocurrido
pensar que las tierras se movieron solas, y como un gigantesco mazo de
cartas, se mezclaron y se separaron provocando estos fenómenos
naturales.
¿Y los dioses qué, se fueron y ya no hacen nada, y lo dejan todo en manos de la naturaleza?
Sólo
hombres y mujeres ignorantes pueden desconocer y negar el trabajo de
los dioses. Si las cosas siguen así, no sé adónde podremos llegar. Tal
vez, otra vez al oscurantismo de los primeros tiempos, cuando ni el
tiempo-como lo conocemos ahora- existía, y todo era pasado, presente y
futuro, todo mezclado. Luego, el hombre y la mujer hicieron los puentes y
los castillos, pero eso, muchas, muchísimas lunas más adelante, y
gracias a los dioses, también.
Bernie
Un espacio donde compartir ideas, reflexiones, opiniones, en fin ... palabras ...
Pablo Neruda: La palabra
"…Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen…" de Pablo Neruda: LA PALABRA
16 ago 2014
2 ago 2014
EL HORNERO
Es de mañana, y salgo al fondo de casa acompañando con un
pucho el infaltable café del desayuno. Y no estoy solo. En la pared del fondo
de mi vecino, mirando al norte, refugiados en el remarco de una ventana de
madera, una pareja de horneros rehacen por tercera vez consecutiva su nido. Los
dueños de la casa, ajenos a esa tarea, cada vez que vienen del país vecino
donde residen, abren todas las ventanas, esa incluida. Y este año, tres veces
lo hicieron.
No tuve la precaución de advertirles, que apoyando en esa
ventanuca de madera barro e ilusiones, querían formar familia esos dos
trabajadores.
Hay que verlos como yo los acabo de ver. Barro en el pico
uno, llegando al lugar, mientras el otro o la otra acomodaba el anterior
cargamento contra las paredes, conformando de a poco el sinuoso habitáculo.
Porque la genética y el mandato correspondiente no tiene
piedad. Tantas veces se lo derriban, tantas veces lo reconstruyen. Y siempre
con el mismo diseño: Como las vueltas de un caracol, protegida de viento y
lluvia, allí la pareja cuidará su progenie.
Encontraron su lugar, y allí vivirán. Otros, construyen en
el poste del alumbrado público o en el cruce de la vertical con la horizontal
de la cruz de la iglesia vecina. Gracias a Dios, éstos dos aún subsisten. Y
llevan, los tres, la misma orientación: mirando al norte.
Sentí- de pronto- que algo compartía con estos dos
pajaritos. La necesidad de hacerme un nido, y con barro – como emulando el
proceso de la creación-y mucho trabajo, también crear, además, mis personajes.
Y esperar que cobren vida, como Pinocho, y que la tengan propia, y que vuelen
sin parar hasta Sonymage, donde desde hace un tiempo ya, anidé.Y, un especial gracias a Zaira, que me deja solo, varias horas al día a veces, embarrarme hasta las patas.
Les dejo, además, unas fotos conmovedoras :
www.lareserva.com/home/hornero_nido_construccion
Bernie
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